Tres destinos. 1956, Remedios Varo.

Esta imagen llamó mi atención al darme cuenta que los tres personajes humanos que aparecen en ella están tejiendo un hilo que sale y regresa al mismo centro, a la vez, la Luna, cuarto personaje en la imagen, lejana ella, también envía sus hilos al mismo centro.

Cada personaje está haciendo con el hilo distintas cosas, su fin en cada caso es distinto, el de la izquierda está redactando un escrito, esto podría ser su vida, su pasado, lo que lo llenó de satisfacción y también lo que dolió y lo hizo crecer, lo que en algún momento lo movió bruscamente y ahora para sanarlo, lo expulsa por medio de letras, formando palabras, oraciones que no sólo le cicatrizan el alma, sino que lo renuevan con piel y emociones distintas, disfrutando lo aprendido y con la cabeza fría, escribiendo lo que el corazón ya no carga; el personaje de la derecha, no alcanzo a distinguir bien lo que está haciendo con el hilo, me da la impresión de estar jugando, de tener en  las manos un juguete de madera el cual lo entretiene y anima a mantener su atención en él, lo veo como representación de la emoción que te da el jugar, la emoción de arriesgarte a tomarte la vida sin un “cuadrado” en  la cabeza, sin restricciones impuestas por otros, o peor aún, por nuestros mismo temores, este personaje se está tejiendo un juego, un nuevo comienzo, un vivir jugando, disfrutando, sorprendiéndose al andar, siendo feliz solamente porque puede saborear la soledad y la alegría, el momento.

El personaje central, del cual se ve su sombra reflejada en la pared, lo interpreto como alguien que está pintando, alguien llenando de color u oscuridad ese lienzo en blanco, alguien que, siendo consciente de su lado oscuro o poco agradable o lado negativo, se acepta y se representa en el cuadro que tiene enfrente, con el hilo que comparte con el resto de los personajes, este ser va a representar lo que en su vida se le va presentando, sin la mínima intensión de querer algo específico, tal cual le llegue la experiencia que sea, este personaje sabrá representarla y manifestarla en el lienzo.