Sueño para vivirlo

Sueño vivir feliz,

Sueño despertar cada día alegre y dichosa por haber dormido, descansado, gozado, por haberme nutrido y por tener ese nuevo día enfrente.

Me levanto y me asomo a la ventana desde donde veo el cielo azul dando paso a la luz del sol que tiñe el horizonte con unos rojos magníficos, amplios, que duran sólo segundos pero que pueden acompañarte todo el día, escucho a los pájaros trinar, los veo divertirse y volar, veo las plantas florecer y crecer, marchitarse y dar lugar a brotes nuevos, en eso siento y escucho un ronroneo acercándose a mi piel, es un felino que me acompaña y acompaño, es quien me mantiene los pies en la tierra y  me “comunica” lo que no me atrevo a decirme.

Es momento de empezar a trabajar y el trabajo empieza desde que decido qué desayunar, reviso qué hay en la cocina, hay fruta fresca, yogurt de búlgaros, frutos secos, miel y té para terminar los alimentos, ahora el trabajo continua sobre un papel en blanco, empiezo a trazar lo que en la mente tiene voz severa, le doy un escape a esos seres que luchan por ganar el control dentro de mis pensamientos, dibujo, escribo, pinto, destruyo, vuelvo a empezar, utilizo el color como si se tratase de una oración, los dispongo en el cuadro cual novela trágica, cada uno tiene su historia y su porqué de estar ahí, me fugo de este mundo, llego a ese donde la catarsis es el paso necesario y anhelado, lo sufro, lo disfruto, lo gozo, lo vivo, me siento con aquel “guardián” y me ubico, salgo a tomar aire fresco, me despejo, como algo de queso, carne, verduras, más fruta y algún dulce, regreso a casa, continuo la labor, quedo satisfecha con el resultado o el avance.

Salgo a platicar, ver una película, tejer o caminar un rato con alguna amistad, disfruto el compartir y que me compartan conocimientos y vivencias, vamos al teatro o a escuchar un concierto, tomamos algo relajante, cada quien lee algo para sí mismo que nos nutre el alma, tal vez yo esboce algo en papel para tener material el próximo amanecer y me duerma satisfecha de haber disfrutado cada momento del día, de haber creado y sanado un poco más, de haber crecido y creído en mí y mi poder creador, de haber amado a mis semejantes y a mí misma, de haber sido capaz de desafiarme e intentar algo nuevo, doy gracias por el regalo de la existencia y duermo, descanso y gozo la noche entera.