Yo soy mis ojos,
esos faros que anhelan sonreír,
esas ventanas diáfanas que alguien deberá
aprender a leer,
soy esos nenes expresivos en ocasiones y que en otras hemos
sido cerrados para no ver.
Yo soy mi cuerpo
que te solicita atención permanente,
solo me tienes a mí y dispones de él sin
reservas,
extiéndete en cuidados que yo seré generoso al responder.
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