MELANCOLIA: sensación tan familiar, tan disfrutada y sufrida en mis ayeres, he estado pensando en retomarla, en retomar de sufrimiento sin desgarro, ese sufrimiento que me ha sido productivo, ese disfrutar que te da que las cosas no marchen según lo imaginado, que las cosas marchen distintas al bienestar que te habían producido antes de cambiar. A fin de cuentas, esta palabra, Melancolía, siento que es una de mis mejores definiciones, es una emoción con la que me siento en casa, aún cuando sé que no es un estado ideal, para mí me resulta un estado muy familiar.
MI PEQUEÑO TRIUNFO: será para mí mi pequeño triunfo el que recuerde y mantenga quién soy, mi pequeño triunfo será el dejarle al mundo su mundo y a mí, mi mundo emocional, espiritual, nutrirlo y llenarlo de mi. Será mi pequeño triunfo cantarme mis verdades y estar orgullosa de ellas, saber vivirlas, mantenerlas o modificarlas en caso de creerlo necesario. Será mi pequeño triunfo mostrarme cual soy individualmente y disfrutar cada decisión tomada, disfrutar cada parte de mi y cada sensación en mi. Mi pequeño triunfo será reencontrarme, cantarme, sentirme, vivirme, saberme viva con altas y bajas, yo conmigo, reconociéndome y descubriéndome distinta.
COMPARTIR: palabra que me resulta complicada en estos momentos, palabra enorme y llena de grandes sacrificios que si bien pueden gozarse, también pueden sufrirse.
Quiero compartir tanto contigo que a veces pienso si valdrá o no la pena. No sé si dejarme guiar por la voz de la experiencia y actuar según sus recomendaciones o simplemente vivir de acuerdo a lo que me dictan mis emociones todas nuevas.
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