jueves, 8 de diciembre de 2011

Entre risas y risas tus ojos y los míos se cruzaron sintiendo la locura de un juego, sintiendo luego el cansancio de esa unidad que fuimos creando durante esas muchas horas juntos.
Ambos veníamos de una carestía de amores que al encontrarnos como agua los dos, fuimos fluyendo con ternura hacia un cielo del que nos da hueva bajar.
Esta sabrosura en el cuerpo y en el espíritu que compartimos se ha convertido es ese otro lado del arcoíris por el cual nos deslizamos desde el color morado, cayéndonos y levantándonos más fuertes y unidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario