En una ocasión conocí a una persona que aunque a la distancia me dio algunos consejos positivos para mi vida, los puse en práctica y estando yo tan feliz.. de repente desaparece de mi horizonte, dejándome con cierta angustia de no saber por que razón se alejó de mí sin tener manera de buscarla...

Así paso el tiempo y yo sin dejar de sentirme angustiado por tal desaparición... Mas de repente aparece de nuevo así como con otra identidad, sintiendo en mi yo interno entusiasmo enorme por el reencuentro sin poder aun identificar la causa de dicha ausencia...

El protector del camino en la época en que yo viajaba cada semana... lo recordaba maravillado por lo hermoso del reencuentro, pues el gran espíritu me ha devuelto una hermosa amistad y un gran ser humano que me quiere incondicionalmente, ahora nos vemos de vez en cuando, compartimos nuestras cosas y nos decimos hasta otro momento.

Gracias a Dios padre madre, esta es una amistad del alma que como un regalo, regresó sin esperarlo.