En muchas ocasiones me he sentido enjaulada. Hoy, en este momento, siento , traigo las llaves de mi jaula en mis manos.
Hoy desearía taparla a piedra y lodo guardarme esa llave comérmela si fuera necesario y resguardar a mis hijos , seria una mentira si dijera: Son experiencias , los dejo volar , caer tropezar. Se que no lo haré , que no los encerraré, pero acepto, estoy asustada. Se que Dios me guiara para encontrar soluciones y acciones.
Regresando a la jaula en la que en varios momentos de mi vida he encerrado a mis emociones , la verdad hasta le he llegado a tomar cariño a la condenada , todo por miedo, el miedo que implica la responsabilidad de la libertad, "mejor aquí calientita, arrullando mis dolores , lo que hubiera podido ser, acariciando mi neurosis, y angustias entre altares de oropel alfombras colchones , comodidades". Y esa vocesita necia que ya no desea ser callada me grita desesperada "abre" "mete la llave" "vuela" "atrevete" "fortalecete" "termina por emprender el vuelo" "No mueras en el intento".
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